Historia de Pasión y Artesanía
Descubre la historia detrás de una marca artesanal, donde la pasión por el estilismo se fusiona con la habilidad en la confección de tocados y complementos únicos.
¡Hola!
Soy Begoña, fundadora de Bn Tocados y, si has llegado hasta aquí, es porque quieres conocerme un poco más.
Mi trayectoria es larga y con algunos cambios, lo que me ha hecho posible aprender a adaptarme y crecer mucho, personal y profesionalmente.
Mis inicios profesionales fueron bastante tempranos por circunstancias familiares. Comencé a trabajar en un taller mecánico, adquirido por esa época por mi familia, de muy joven. Durante 16 años, me ocupé de la gestión administrativa y las ventas de la empresa que mi padre quiso construir con ayuda y el apoyo de su familia (mis hermanas y yo).
Por circunstancias personales, en el año 94 tuve que dejar de trabajar para poder centrarme en la que por aquel entonces pasó a ser mi nueva prioridad: mi propia familia. Durante unos años, ejercí de ama de casa, aunque no dejé nunca de querer crecer profesionalmente. Así que, en cuanto las cosas mejoraron y tuve la oportunidad, me lancé a la que sería mi nueva pasión: el mundo del estilismo.
Comencé a formarme, allá por el año 98, en mi nueva profesión, la peluquería. Empecé desde abajo, primero con un curso y dando el salto a una academia privada. Pasaba los fines de semana en una peluquería, como «becaria», es decir: trabajando a cambio de formación y experiencia.
Pasaron unos tres años y, entonces, la vida quiso que tuviese, al fin, mi oportunidad de ser una trabajadora autónoma. Conseguí abrir una peluquería en un centro de mayores municipal, donde toda la infraestructura estaba ya montada, por lo que tan solo tuve que lanzarme a la piscina de darme de alta en la Seguridad Social y Hacienda y comenzar, al fin, a trabajar por mi cuenta (¡y mi dinero!).
Tras casi seis años muy especiales trabajando en este centro, decidí comenzar una nueva etapa de mi vida: tener mi propia peluquería, construida por mí desde la base. Y, muy poco a poco, conseguí mi clientela y mi negocio empezó a funcionar… ¡y a crecer!
En el año 2011, tras la boda de mi hermano pequeño, donde nació el germen de esta nueva pasión, y con la boda de una de mis sobrinas a las vistas, decidí aventurarme en un nuevo reto: hacerme sombrerera. Comencé mi formación con un curso muy básico sobre confección de tocados y, poco a poco, seguí (y sigo) haciendo cursos con profesionales sombrereros nacionales e internacionales para dominar distintas técnicas de confección y diseño.
De este modo, y no sin poco esfuerzo y trabajo duro, en el año 2017 conseguí mi carnet de Artesana de Castilla-La Mancha (otorgado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha), que es un reconocimiento al diseño y confección de manera artesanal de los productos de mi marca. Gracias a este reconocimiento, he podido dar ya varios cursos de artesanía, relacionados con mi ámbito de trabajo, en la Oficina de Turismo de Castilla-La Mancha ubicada en Madrid.
En 2018, y dado que mi peluquería se había convertido en, además, tienda, taller, exposición y todo lo que la producción necesitase, invertí en un pequeño local en el centro de mi ciudad donde poder atender a mis clientas de la manera más personalizada posible, con espacio para exponer el muestrario y poder hacer todas las pruebas de tocados y demás complementos sin que las clientas estén rodeadas de material de peluquería.
A día de hoy, sigo formándome y, por supuesto, sigo creando e ideando nuevas formas de complementar, de manera personalizada y artesanal, a mis clientas.